El amor trasciende y se construye en los gestos más nobles. Este viernes, Alejandra Sosa y Diego Agüero vivirán un momento trascendental en sus vidas: el primer encuentro con Camila y Tomás, los dos hermanitos que adoptarán y que, en poco tiempo, se convertirán en parte de su familia.
El camino hacia la adopción comenzó hace cinco meses, cuando Alejandra y Diego decidieron que su deseo de ser padres podía concretarse de otra manera. “Esto surge en una conversación con mi pareja”, contó Alejandra en diálogo con Noticiero en Contacto. “Yo puedo tener hijos, pero no de manera natural, necesito el acompañamiento de la ciencia. Y por malas experiencias previas, tomé esta decisión. Siempre tuve un lado solidario, es parte de mi esencia. Y bueno, apareció la idea de adoptar y sí. Y él, mi compañero de hace 18 años, por supuesto que aceptó”.
Decididos a dar el paso, el proceso de adopción los llevó a recorrer un camino lleno de emociones y expectativas. “No es fácil. Hay un trecho bastante largo entre la decisión y la acción”, explicó Alejandra. “Las emociones suben y bajan todo el tiempo, y la incertidumbre es constante”.
Todo comenzó cuando, en un reencuentro con amigas de la infancia, Alejandra visitó un hogar en Marcos Juárez. Allí obtuvo el contacto del registro de adopción en Bell Ville y, sin darse cuenta, ya estaban iniciando el trámite online.
Un proceso ágil y la llegada de Camila y Tomás
Contra todo pronóstico, el proceso avanzó rápidamente. “Hace exactamente cinco meses iniciamos todo, y ya estamos a días del primer encuentro. Cuando uno habla de adopción, piensa en años, pero en este caso fue todo muy ágil”.
Según explicó, el juez que lleva el caso, les detalló que el tiempo de espera depende de ciertos requisitos que las familias adoptivas establecen. “Nosotros no pusimos demasiadas condiciones. Solo sabíamos que eran dos hermanitos, un varón de un año y medio y una nena de casi cinco años, que estaban separados en dos familias de acogimiento distintas”, explicó.
Camila vive en Arroyito y Tomás en San Francisco. Desde hace cuatro meses, ambos están bajo el cuidado de distintas familias de acogida tras haber sido separados de su madre. “El equipo técnico de adopción de Córdoba nos informó que estábamos en proceso de ser su familia definitiva y que debíamos esperar el llamado del juez de San Francisco, quien lleva la causa”, relató Alejandra.
La gran noticia y el primer encuentro
Apenas unos días antes de Navidad, llegó la confirmación: el 11 de febrero debíamos viajar a San Francisco para conocer los detalles del proceso. “Nos citaron con el juez, quien primero nos entrevistó por separado”, recordó Alejandra. “En un momento, al escucharlo hablar, me detuve y le pregunté: ‘¿Los niños ya son para nosotros? ¿Van a ser nuestros hijos?’. Y él nos respondió: ‘Sí, ya van a ser para ustedes’”.
A partir de ahí, todo se volvió real. Camila y Tomás esperan el inicio del proceso de vinculación, y este viernes se producirá el primer encuentro. “Sabemos que a Camila le gusta pintar al aire libre, así que llevaremos materiales para que pueda hacerlo. Y a Tomás le encantan los dinosaurios, así que también le llevaremos algo relacionado a eso”, contó Alejandra con ilusión.
El camino de la adopción es un acto de amor y entrega. Alejandra y Diego están a punto de comenzar una nueva etapa, en la que Camila y Tomás dejarán de ser solo nombres en un expediente para convertirse en hijos, en familia, en hogar.
Este viernes, la historia de amor y grandeza que comenzaron a escribir tendrá su primer capítulo juntos.