El jueves 14 de agosto partió desde la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Monte Buey la Cabalgata de Amistad y Fe, una travesía que unió tres puntos de devoción mariana: la Virgen de la Merced de Saladillo, la Virgen de Luján y, finalmente, la Patrona de la Vista, Santa Lucía.
El inicio estuvo marcado por un emotivo acto de despedida en el que el padre Néstor impartió la bendición a los jinetes, alentándolos en este desafío espiritual. Con profunda emoción, Carlos Cremasco, impulsor de la iniciativa, explicó que la promesa tenía un fuerte trasfondo personal:
“Cuando uno está desesperado, dice muchas cosas, y hay que cumplir lo que se promete”, expresó Carlos Cremasco al recordar un accidente sufrido por su hijo.
La travesía estaba prevista en un lapso de diez días y, pese a una jornada interrumpida por cuestiones climáticas, los jinetes lograron cumplir con el cronograma.
El domingo arribaron a Luján, donde fueron recibidos por el padre Mario, quien los bendijo en nombre de la comunidad religiosa. Allí también se encontraron con numerosos fieles de la Virgen que se acercaron a conocer la historia de esta cabalgata, su origen y su profundo sentido de fe.
El recorrido concluía este lunes en la Capilla de Santa Lucía, en Buenos Aires, donde Cremasco y su familia agradecieron la protección de la Patrona de la Vista, dando cierre a una experiencia que se extendió por 11 días de camino y devoción.