La escuela de boxeo del Club San Martín recientemente inaugurada con un gimnasio renovado, lleva el nombre de Éctor “Gallego” Moyano. “Me emociona mucho, no esperaba el reconocimiento, está todo muy lindo, especialmente para los chicos” afirmó el homenajeado.
Los hermanos protagonizaron grandes veladas de exhibición en distintos festivales de la región: “Peleábamos a quemarropa, no había nada de exhibición, yo peleaba largo, a lo lejos y éste me esquivaba, movía la cabeza pero yo lo esperaba con la derecha; la gente se volvía loca, se paraba en las sillas para vernos” dijo Kiko Moyano. El “gallego” agregó: “Kiko me mataba a cachetadas, se aprovechaba porque era más alto, más pesado y con brazos más largos”. En respuesta Kiko dijo: “El gallego una vez me metió una mano abajo y me arrodilló, pegaba muy fuerte con la zurda, la sacaba con pimienta”.
Éctor y Rogelio contaron que la madre de ambos se enojaba mucho cuando peleaban entre hermanos. “Veníamos de trabajar en el campamento de ladrillos, llegábamos muertos y hacíamos un solo round entre los dos” dijo el gallego. Rogelio agregó: “A mi vieja nunca le gustó el boxeo pero a mi viejo sí; una vez que fuimos a Camilo Aldao, llegué con el ojo hinchado, no me entraban los lentes, mi vieja nos corrió a escobazos”
En el ambiente del boxeo se recuerda que Éctor Moyano no elegía rivales y su hermano lo confirma: “El gallego era el mejor, por eso le traían rivales de todos lados, pero no medía el peso de los rivales, le peleaba a cualquiera y eso era riesgoso porque peleaba con rivales de mayor peso, le daba mucha ventaja”. El gallego agregó: “Yo no me acuerdo de haber peleado con alguno de mi peso y que me haya aguantado”.
Rogelio Kiko Moyano dejó un récord de 52 peleas, 2 empates y dos derrotas.
Éctor “Gallego” Moyano: Cerca de 100 peleas disputadas con solo tres perdidas.