En Monte Buey, la inclusión laboral de personas con discapacidad sigue avanzando gracias al trabajo sostenido del Taller Municipal “Florecer”, una iniciativa que desde hace varios años impulsa la integración y el desarrollo personal a través de emprendimientos productivos.
El taller, que funciona bajo la órbita municipal, se dedica a la confección y venta de plantines florales y de hortalizas, generando ingresos y promoviendo la participación activa de jóvenes y adultos con discapacidad.
Este 2025, el proyecto dio un paso más con la implementación de pasantías laborales en instituciones y empresas locales, abriendo nuevas oportunidades de inserción en el mundo del trabajo. Cuatro jóvenes participaron de la iniciativa.
Antes de iniciar cada pasantía, se desarrolló un proceso previo de observación y prácticas guiadas, en el que integrantes del Taller Florecer acompañaron a las personas seleccionadas y sirvieron de nexo entre ellas y las instituciones que las recibirían. Este acompañamiento permitió definir el tipo de tareas que podían realizar, explicar a los equipos de trabajo cómo comunicarse y relacionarse con cada una según su discapacidad, y garantizar que el entorno laboral fuera adecuado. También las familias tuvieron un rol importante, brindando información sobre las características personales de cada participante para facilitar su adaptación.
Nazarena Pesaola, Realiza su pasantía en la Cooperativa Eléctrica de Monte Buey. Allí cumple funciones de cadetería, mandados, mantenimiento de la cocina, manejo de fotocopiadoras y tareas de computación, colaborando con el movimiento interno de la entidad. Nazarena culminará su experiencia laboral en el mes de diciembre, luego de varios meses de desempeño constante y responsable.
Por su parte, Paula Lescano completó su pasantía en la Unidad de Apoyo Escolar (UDAE), donde realizó tareas de limpieza, higiene y preparación de la leche para el los niños y niñas que asisten a la institución.
Tanto Paula como Nazarena fueron muy bien recibidas por los equipos de trabajo que las acompañaron durante este proceso. Desde ambas instituciones destacaron que su presencia trajo alegría, frescura y una nueva mirada al ambiente laboral. Se las describe como jóvenes puntuales, colaboradoras, predispuestas y siempre alegres, que cumplieron sus tareas con compromiso y entusiasmo.
Desde el Taller Florecer remarcan que estas experiencias son ejemplos concretos de que la inclusión laboral es posible cuando se articulan voluntades y se busca la tarea adecuada para cada persona. “El objetivo es que puedan trabajar, generar un ingreso, asumir una responsabilidad y ganar autonomía”, expresaron familiares de Nazarena y Paula, remarcando que al trabajar, notaron cambios significativos en los hábitos y los aspectos emocionales.
Con estas acciones, Monte Buey reafirma su compromiso con la inclusión, impulsando un modelo que invita a empresas, comercios e instituciones locales a sumarse a la construcción de una comunidad más igualitaria, participativa y humana.
