En el programa “Entretenidos”, Silvio Trillini compartió su pasión por los caballos, algo que nació en su niñez y que mantuvo durante toda su vida. En los últimos años comenzó a incursionar en las carreras de trote en distintas competencias del país.
Primero fue con “Sabroso” un caballo de 11 años que le dio muchas satisfacciones ganando carreras y haciendo podios. “Fue el caballo que me enseñó” recordó Silvio.
En este año 2021, con la vuelta de las competencias tras la pandemia, debutó con “Lolita”, una potranca de 3 años, yegua que crió desde los 7 meses. Tuvo cuatro presentaciones, consiguiendo un cuarto, tercero, segundo y un primer puesto en la última carrera en el pasado mes de septiembre.
“Lolita” es propiedad de Haras Albión de Laborde quienes la prestaron en comodato cuando se destetó. Silvio la amansó, la crío y preparó para carreras. De esta manera, accede a tener un caballo de trote sin afrontar grandes costos y Haras tiene el beneficio de que ahorran la inversión de criarla.
Lolita corre carreras entre 1400 y 1800 metros, principalmente en Arteaga Santa Fe.
Silvio contó que es una pasión que lleva en el alma, ya que de otra manera no se podría dedicar a entrenar a un caballo de carrera, manifestando que es algo de “todos los días”. Lograr preparar un caballo de competencia es un proceso muy lento, de mucho tiempo y paciencia, que requiere de una profunda relación que se establece entre el preparador y el animal.
“Las satisfacciones no son económicas, es algo personal al ver que el animal responde en la pista” contó Silvio, destacando que Lolita es un animal que en la carrera va de menor a mayor en comparación a otros que tienen más explosión en la partida.
Su alimentación es con pasto y avena, recibiendo vitaminas para evitar lesiones y criarlos con energía. El entrenamiento es diario, saliendo a trotar entre 4.000 y 6.000 metros de menor a mayor intensidad.
En las carreras de trote hay controles antidoping establecidos por la Federación Nacional de Trote a la que están adheridos todos los hipódromos del país. Después de cada carrera, al caballo ganador le extraen muestras de orina y sangre. Hay suspensiones y altas multas económicas para quien viole las reglas.
“El ambiente de las carreras es muy familiar, en la carrera todos queremos ganar, pero después somos todos amigos” destacó Trillini en el programa Entretenidos.
