La Cámara de Crimen de Bell VIlle entendió que Gustavo Villarreal provocó en forma intencional el choque contra un camión en abril de 2017. Su entonces novia, Nayara Ibarbia, de 17 años, murió por las heridas causadas. Su familia sostuvo desde un inicio que no se había tratado de un accidente.
La Cámara del Crimen de Bell Ville y el jurado popular condenaron por voto unánime a prisión perpetua a Gustavo Villarreal, el entonces novio de Nayara.
El hombre fue acusado de homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por mediar violencia de género, al entender que la noche del 26 de abril de 2017 él chocó en forma intencional el auto que manejaba contra un camión, lo que provocó heridas mortales en la joven. El hombre contaba con denuncias de dos exparejas anteriores a Nayara.
Producto del fuerte impacto, Villarreal resultó con una pierna fracturada y Nayara con pérdida de masa encefálica por lo que estuvo en coma una semana y murió el 7 de mayo. Nunca salió del coma por lo que no llegó a declarar ni a expresar nada respecto a lo sucedido. Hasta el final del juicio VIllarreal mantuvo su versión de que se había tratado de un accidente. Sin embargo, las pericias y testigos demostraron que el hombre tuvo la intención deliberada de chocar el automóvil.
“Es un caso referente donde se ha demostrado el contexto de violencia de género más allá de las circunstancias propias del hecho” dijo la abogada querellante, Eugenia Fernández, respecto a la modalidad del asesinato que no fue con armas ni golpes, sino a través de un choque intencional. “El auto fue el arma”, recordó Valeria Contín, mamá de Nayara.
“Nadie me podrá devolver a mi hija pero al menos tenemos un poco de paz en nuestro corazón. Fueron años muy duros para poder llegar a demostrar el asesinato. Del 2017 a 2020 Villarreal estuvo libre, se reía de nosotros en la calle. Hemos pasado por cosas muy feas”, recordó Valeria en diálogo con La Voz.
JUICIO
La fiscal de Cámara, Andrea Heredia Hidalgo, había pedido en los alegatos que se condenara al exnovio de Nayara, de 28 años al momento del hecho, por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio), que tiene como única pena posible la prisión perpetua.
La querella también había pedido esa condena. “La prueba es contundente en cuanto al contexto de violencia de género. Se analizaron conversaciones de WhatsApp de los últimos 13 días antes del siniestro, donde se detectó que hubo constantes círculos de violencia”, dijo Fernández.
En la causa fue clave la pericia mecánica que determinó que no hubo frenada ni huella de esquive. También el relato de los testigos circunstanciales del hecho que relataron que al momento del hecho escucharon una acelerada y luego la explosión (del auto contra el camión) aquella noche en la calle Corrientes.
También fue clave la pericia psicológica del imputado que calificó a Villarreal como “una persona desafectivizada, sin ningún tipo de empatía con la otra persona, narcisista y psicópata”.
Respecto a los casos de violencia de género, Valeria dijo que es necesario hacer hincapié en la educación de los hijos varones, para evitar actitudes violentas, desde niños. “Esn este caso, la familia de Villarreal avalaba lo que hacía. Una cosa es no saber lo que hace tu hijo, otra es apoyarlo. Él tenía denuncias de dosparejas anteriores. Si no era mi hija iba a ser otra mujer la que resultara muerta.