La tradicional peregrinación juvenil al Santuario de Nuestra Señora de la Merced, en Saladillo, que estaba prevista para el domingo 31 de agosto, debió modificarse a raíz de las abundantes precipitaciones registradas en buena parte de la provincia de Córdoba.
Ante esta situación, los jóvenes se congregaron en el SUM central del ferrocarril en Monte Buey, donde compartieron un momento de fe y encuentro comunitario. Posteriormente, se trasladaron hasta el Santuario para participar de la Santa Misa.
La celebración fue organizada por la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María y contó con la participación del obispo diocesano, monseñor Samuel Jofré Giraudo, quien presidió la misa. También acompañó el rector del santuario, padre Néstor Pucheta, junto a colaboradores y fieles que recibieron a los peregrinos.
Bajo el lema “Somos Camino, Somos Esperanza”, la actividad se desarrolló de una manera diferente a otros años, adaptándose a las circunstancias, pero manteniendo el espíritu de encuentro y oración que caracteriza a esta manifestación de fe juvenil