Sobre el emotivo encuentro Gatto dijo: “Falté a clases para ver al papa, yo al papa no es que lo veo todos los días aunque estudio al lado de la plaza y la veo todos los miércoles llena de gente que lo van a ver. “Fue un regalo que Dios nos dió a 3 curas argentinos como mucha otra gente que estaba en Roma y había conseguido esa audiencia con el Papa”.
Gustavo Gatto culminó las clases de su primer año de estudios Teológicos enfocados en los primeros siglos de la Iglesia (Teología Patrística) en Roma Italia. Cada miércoles, el Papa Francisco ofrece una audiencia general en el Vaticano, a la que cual cualquier persona puede asistir, siempre y cuando cuente con un billete de entrada. Las audiencias normalmente se llevan a cabo en la Plaza de San Pedro . Gustavo Gatto afirmó que a pesar de estar en Roma y ser miembro de la Iglesia como sacerdote no tiene posibilidad de contactos con el pontífice. El encuentro que pudo vivir, se gestionó como lo realiza cualquier ciudadano común. Solicitó audiencia en el mes de febrero por medio de un obispo.
En las fotografías se ve al sacerdote monteboyense compartiendo unos mates con el Papa Francisco y Gatto tiene una anécdota al respecto: “Con dos curas teníamos mucho deseo de saludarlo, el famoso mate no lo había llevado yo, lo había llevado otro cura, pero una familia de Ucrania como él sabía inglés, le pidió si le podía tener la beba para que el papa lo bendiga, entonces el cura tenía la beba y me dio el mate a mi, entonces el papa vino donde estaba yo porque yo tenía el mate; aproveché el momento y le llevé unas cartas de James Craik cuando era párroco de ese lugar de los niños de catequesis y el le empezó a contar historias de ese lugar cuando era seminarista. Es un minuto pero es un minuto con vos, con su mirada, la palabras, la espontaneidad”, cerró Gatto.
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