La experiencia de inclusión que promueve el Taller Florecer de Monte Buey sigue dando frutos. Este año, la iniciativa de pasantías laborales que la institución puso en marcha permitió que cuatro jóvenes con discapacidad pudieran desempeñarse en distintos espacios de trabajo de la localidad. Entre esas experiencias, se destaca la de Ornella Massari, una joven de 27 años con hipoacusia que, tras su pasantía en Supermercados Delfín, logró incorporarse como empleada permanente.

Ornella formó parte del programa que el Taller Florecer implementó en 2025, con el propósito de tender puentes entre jóvenes con discapacidad y empresas o instituciones locales. El taller, que desde hace algunos años trabaja por la integración de las personas con discapacidad a través de actividades compartidas y emprendimientos como la confección y venta de plantines florales y aromáticas, amplió ahora su alcance al ámbito laboral.

Durante el período de pasantía, Ornella se desempeñó en tareas de reposición de góndolas, orden y traslado de mercadería, integrándose rápidamente al equipo de trabajo.

La particularidad de la experiencia es que en la parte administrativa del supermercado trabaja Josefina Faliva, también una jóven con hipacusia (hija de los propietarios del lugar) y que fue compañera de colegio de Ornella. Josefina fue un eslabón clave en la inserción de Ornella.

Antes del inicio de la experiencia, los compañeros de trabajo del supermercado recibieron orientación sobre cómo comunicarse con ella —mirándola al hablar, pronunciando con claridad y manteniendo contacto visual— para favorecer una buena comprensión y un entorno laboral accesible.

La respuesta fue más que positiva. Su desempeño, compromiso y predisposición motivaron a los encargados del comercio a ofrecerle un puesto estable, marcando así el cierre de una etapa de empleos temporales y programas de inserción, y el inicio de una nueva etapa de trabajo formal y sostenido.

Actualmente, Ornella asiste todas las mañanas de lunes a viernes, y también colabora los viernes por la tarde y los sábados, en momentos de mayor movimiento.

Para ella y su familia, esta oportunidad representa mucho más que un empleo: es el reconocimiento a su esfuerzo y la confirmación de que la inclusión laboral es posible cuando hay compromiso, empatía y apertura.


El caso de Ornella Massari refleja el espíritu del Taller Florecer y de las empresas que se sumaron a esta propuesta: una comunidad que crece cuando cada uno de sus integrantes tiene la oportunidad de aportar y sentirse parte.


