Durante las dos primeras semanas de mayo el cultivo casi no vió la luz del sol, recibió grandes precipitaciones (superiores a los 200 mm) con elevadas temperaturas y humedad, lo que provocó que las semillas broten, que tengan alta presencia de hongos y muchas se pudran. Las pérdidas en peso y calidad superan el 30%. Los lotes más afectados son los de la zona sur que ya habían sido resembrados por la caída del granizo en el mes de diciembre. La cosecha se hace sobre una soja húmeda con la imposibilidad de acopiarla.
Entrevista realizada al Ingeniero Agrónomo Luciano Santarossa en el Programa Agroimagen de Vivencias Televisión.
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