La Cámara de Diputados en Italia aprobó este martes el decreto-ley que fija limitaciones para acceder a la ciudadanía italiana.
Los diputados avalaron la normativa con 137 votos a favor, 83 en contra y 2 abstenciones, según informó la Agencia ANSA. Días atrás el Senado había dado media sanción con 81 votos a favor y 37 en contra.
El texto que contó con un apoyo mayoritario en el parlamento italiano prevé que podrán ser ciudadanos italianos aquellos que tengan al menos un padre o abuelo nacido en Italia.
El principio legal de ius sanguinis implicaba a cinco generaciones: demostrando la existencia de un tatarabuelo- fallecido después de 1861, la fecha de unidad de Italia-, podía llegar a accederse al pasaporte italiano. Ahora, solo hasta dos generaciones de extranjeros con descendientes ciudadanos italianos podrán recibir la ciudadanía, es decir, aquellos que tengan uno de sus padres o abuelos ciudadanos italianos.
De esta manera, la disposición introduce el principio fundamental de que la ciudadanía no se transmite automáticamente a quienes nacieron en el extranjero y poseen otra ciudadanía e impide el reconocimiento de la misma ciudadanía también a quienes nacieron en el extranjero antes de que la propia medida entrara en vigor.
Ahora los antepasados de primera y segunda generación deben tener o haber tenido en el momento de su muerte la ciudadanía “exclusivamente” italiana o haber residido en el país europeo durante dos años continuos antes del nacimiento del solicitante.
Además la normativa también estipula una exención para las solicitudes que se presentaron antes del 27 de marzo del 2025 y también en el caso de contar con una notificación de nombramiento antes de esa fecha.
En cuanto a los niños nacidos antes del 27 de marzo de 2025, sus padres contarán con una ventana legal para inscribirlos de forma online mediante el sistema Fast.it del consulado italiano. El plazo para cumplir con el trámite será hasta el 31 de mayo de 2026; mientras que para los pequeños que nacieron a partir del 28 de marzo de 2025, el corte será de un año.
“Esta reforma representa un paso adelante importante para nuestro país: actualiza una normativa ya obsoleta, reconoce concretamente el aporte de quienes viven y trabajan desde hace años en Italia, hablan nuestro idioma y se sienten parte integral de nuestra comunidad nacional”, detalló un comunicado de los coordinadores de Forza Italia en el mundo.