Hoy es 18 Julio, 2025

Interés general Montebuey

Ordeñe robotizado en un tambo de Ordóñez

U$S 2,5 millones de inversión

En Ordóñez el establecimiento Don Ino acaba de dar un paso gigante en la producción de leche, con la incorporación de ocho robots para el ordeño de las vacas.

Desde el 2 de julio pasado, cuando los seis primeros robots comenzaron su labor, el tambo de la familia Cervigni se convirtió en el segundo a nivel nacional en incorporar esta tecnología. En 2017, el establecimiento El Zurdo ubicado en Morteros había sido el primer tambo comercial en robotizar el ordeñe. Sin embargo, Don Ino es el primero en hacerlo con más de dos robots.

A partir de una inversión de 2,5 millones de dólares, que incluyó la construcción de un establo para 520 vacas y la modernización de la sala de ordeñe que había construido su abuelo hace 40 años, Diego Cervigni apuesta a un salto en la producción y a una mayor eficiencia en el proceso.

“Pensábamos que en el primer mes íbamos a perder leche debido al período de adaptación de las vacas al sistema, pero no fue así. No perdimos eficiencia, todo lo contrario. Ya hay vacas que se han estabilizado y aportan cuatro litros más que con el ordeñe anterior”, explicó Diego Cervigni, gerente general del establecimiento. Con la adopción de esta tecnología, de la marca holandesa Lely, la productividad de las vacas supera los 40 litros diarios.

 

Actualmente, el tambo tiene 460 animales en ordeñe y los seis robots trabajan con 290 vacas, mientras se afianza el proceso de adaptación a la tecnología. El objetivo es repartir los ocho robots en cuatro grupos de hasta 120 cabezas cada uno. “A medida que se van a acostumbrando se va a ir agregando vacas a los rodeos”, destacó el productor.

La inversión fue financiada en parte por la misma empresa proveedora de la tecnología y el resto, a través de un crédito del Banco Nación.

 “El animal tiene un collar; cuando el robot lo detecta, si tiene que ordeñarlo le abre la puerta. Ahí le habilita el comedero y la vaca se relaja. Un láser identifica la ubre y le coloca las pezoneras para el ordeñe”, resumió el gerente del establecimiento.

Los robots procesan y brindan información permanente. Permiten saber qué vacas pasaron por el ordeñe, a qué hora, con qué volumen de producción y cuál es la calidad de esa materia prima. También determinan el tiempo en que el animal deberá volver a pasar por el ordeñe. Si lo hace antes de ese tiempo, el robot no lo deja pasar. Si por algún motivo una vaca no se ordeña en el plazo establecido, un reporte alerta sobre esa faltante.