En el marco de las celebraciones patronales en honor a la Virgen de las Mercedes, Saladillo vivió este domingo por la noche un momento de encuentro comunitario con la tradicional Cena de los Tallarines, que reunió a unas 350 personas.
La cena, que comenzó pasadas las 22.30 luego del vía crucis y la procesión de antorchas, se convirtió en un espacio de comunión familiar.
La organización contó con el esfuerzo conjunto de fieles de comunidades vecinas, quienes trabajaron de manera mancomunada para dar forma a este evento que cada año se espera con gran entusiasmo.
Los cocineros de Inriville estuvieron a cargo de la preparación de la salsa que acompañó a los tallarines, mientras que la cocina principal y el servicio de atención a las mesas fueron responsabilidad de colaboradores vinculados al santuario provenientes de Monte Buey.
Todo se desarrolló en un clima muy cordial, donde predominó la camaradería y el espíritu solidario. Más allá del disfrute gastronómico, el propósito central de la cena fue recaudar fondos destinados a la mantención del santuario, tarea posible gracias al compromiso de un grupo numeroso de colaboradores que, año tras año, sostienen la infraestructura con trabajo y dedicación.
