En el marco del proyecto participativo para denominar calles públicas que aún no tienen nombre que lanzó la Municipalidad de Monte Buey, Héctor Cingolani, presentó propuesta para nombrar una calle “Doña Elena Cingolani”, recordada con profundo cariño por su labor incansable en distintas instituciones del pueblo.
“Mi madre vino a Monte Buey a los 24 años. Desde muy joven empezó a trabajar para todas las comisiones: los clubes, la escuela, la banda, bomberos, la iglesia…”, relató su hijo en el noticiero En Contacto.
“Doña Elena” se hizo conocida por sus inigualables tallarines, que preparaba con dedicación y sin esperar nada a cambio. “Nunca cobró nada, siempre lo hacía con corazón”, remarcó Héctor. Su entrega fue tal que durante más de 40 años elaboró los tallarines para la festividad de la Virgen de las Mercedes en Saladillo, tarea que comenzaba semanas antes junto a otras mujeres que la ayudaban con el queso y otros ingredientes.
La generosidad de Elena fue reconocida en vida. En una oportunidad, todas las comisiones para las que colaboró decidieron agasajarla por sus 80 años con un regalo simbólico: una medalla de oro con forma de fuente de tallarines, como tributo a su dedicación y amor por la comunidad.
Además de su rol público, quienes la conocieron la recuerdan como una madre amorosa y serena. “Yo nunca la escuché pelear con mi padre. A nosotros cinco siempre nos tuvo muy bien atendidos”, compartió Héctor al evocarla y agregó que en sólo dos días reunió las 50 firmas necesarias para presentar la propuesta en el municipio, “sin recurrir a primos, sobrinos y otros familiares” según relató.
El proceso de selección de nombres será evaluado por el Concejo Deliberante.