La campaña “Todos por Alba y Milo”, concluyó recientemente tras alcanzar el objetivo de recaudar 30 millones de pesos. Los fondos permitirán que Alba, de 2 años, y Milo, de 8, viajen junto a sus padres a México para someterse a intervenciones quirúrgicas que podrían mejorar de manera significativa su calidad de vida.
Ambos niños presentan secuelas motrices producto de parálisis cerebral y complicaciones derivadas de la falta de oxígeno al momento de nacer. Las cirugías, que se realizarán en el Distrito Federal, apuntan a ofrecerles mayores posibilidades de movilidad y autonomía.
Fiamma González y Nicolás Córdoba, padres de los pequeños, brindaron detalles en el noticiero En Contacto sobre el viaje que comenzará este domingo 1 de junio. Según explicaron, arribarán a México en la madrugada del lunes. Las intervenciones quirúrgicas se realizarán en días distintos, ya que cada niño requiere procedimientos específicos y diferenciados.
Tras las operaciones, deberán cumplir un período de al menos ocho días de reposo, que se desarrollará en un departamento alquilado en las cercanías del centro de salud. Si bien no será una internación hospitalaria, sí implicará cuidados constantes y monitoreo profesional. Una vez cumplido ese plazo, se les retirarán los vendajes y comenzarán los primeros controles para evaluar la evolución.
La estadía en México se extenderá por al menos 15 días. Luego del regreso, iniciará una prolongada etapa de rehabilitación y tratamientos para afianzar las cirugías.
El papá de la familia, Nicolás, agradeció a quienes facilitaron el traslado: “Tenemos un vuelo que, dentro del servicio que compramos, incluye la contención de la empresa. Nos van a mover a los niños con silla de ruedas dentro del aeropuerto, cuando se bajen del avión, cuando lleguemos acá a Argentina. Agradecer a Gen Viajero que nos facilitó todo eso. Se nos hace más fácil porque moverse con dos niños parados no es fácil para nada.”
La familia también hizo un balance profundo de la campaña solidaria de dos meses. Reunir 30 millones de pesos parecía, en sus palabras, una meta lejana:
“Algo increíble, algo inalcanzable… lo logramos; fue mucho más de lo que esperábamos. Hasta el día de hoy nos escriben para seguir donándonos. Por ahora paramos ese tema porque estamos bien, entonces tratamos de evitar seguir recibiendo, aunque hay personas que, por ejemplo, nos dijeron que si estamos en México y pasa algo, que los llamemos sin problema. Eso también nos deja tranquilos”.
Fiamma remarcó que el camino recorrido fue fruto del esfuerzo: “Nosotros nunca nos sentamos a esperar que alguien venga y nos traiga la plata. No recibimos apoyo del gobierno, ni de nada, más allá de la municipalidad de acá, con la que estamos súper agradecidos. Pero la campaña la fuimos elaborando: vendiendo pollos, comida frizada, productos de limpieza, rifas, bingos, eventos…”
Ambos padres coincidieron en que el objetivo no se agota con este viaje: “Lo primero que quiero aclarar es que no se termina acá, sino que nosotros queremos ser como el punto de inicio para gente como nosotros que tiene niños con problemas, para acercarlos a cosas que a lo mejor acá no se ven. Eso es lo primordial para nosotros, como lo dije en la primera nota que hicimos.”