“Los docentes tenemos un formidable poder para transformar la vida de los chicos y las familias” dijo la licenciada Maurín en relación al rol activo de los docentes en el aula en la educación emocional y social ya que “todos los cambios benéficos que se dan dentro del aula, luego se trasladan a las familias y sociedad” afirmó la profesional.
“Educar en emociones es desarrollar la capacidad de conocernos, saber nuestros deseos, necesidades, nuestras aptitudes y limitaciones y volvarlas en la resolución de problemas”. Hay que aprender a reconocer las emociones que se sienten como el miedo, alegría, tristeza, vergüenza, culpa, etc y poder expresarlas para solucionar problemas y no agravarlos” expresó Maurín.
“Las emociones son todas positivas porque nos transmiten una señal de lo que nos está pasando, agradables o no, son necesarias porque nos comunican algo que nos pasa” cerró Maurín.